viernes, 29 de junio de 2012

TUBERCULOSIS: AMENAZA EN LA SALUD Y PRODUCTIVIDAD DE LOS BOVINOS

La tuberculosis bovina como infección es importante porque atenta contra la economía del ganadero, ya que cuando hay animales reactores positivos a tuberculosis, no podrá comercializar animales para reproducción, de otro lado tendrá problemas para la movilización del ganado a otras áreas con diversos fines (ferias, exposiciones), y a la venta de la leche no recibe la bonificación que le correspondería si fuera un establo libre de tuberculosis bovina.
La gran mayoría de ganado bovino presenta tuberculosis en la fase infecciosa, pero no la enfermedad. La primera, es una etapa latente en la que no hay manifestaciones clínicas, mientras que son animales enfermos cuando presentan problemas respiratorios u otros signos clínicos característicos, además de ser reactores a la prueba alérgica y en algunos casos anérgicos (no reaccionan a la enfermedad, permaneciendo en el hato y constituyendo una fuente constante de infección).
Es poco común que se presente la tuberculosis en una fase de enfermedad. Generalmente, animales con los signos clínicos se encuentran más en la pequeña ganadería donde hay 4 o 5 vacas adquiridas ya infectadas y que con el tiempo han desarrollado la tuberculosis. En la ganadería organizada, el panorama es distinto, la infección puede estar presente, pero en este caso el ganadero toma las precauciones necesarias, realizando varias pruebas de tuberculina para mejorar la crianza de su ganado y así prevenir o evitar grandes pérdidas.
Etiología
La tuberculosis bovina es causada por la bacteria Mycobacterium bovis que se caracteriza por ser una bacteria estática, entonces no tiene mucha habilidad invasiva. El bacilo tuberculoso de la vaca, del hombre o de cualquier animal, necesita de 4 a 8 semanas para poder desarrollarse.
El inconveniente es que al ser lento su crecimiento, es más difícil localizarlo.
Se puede identificar la bacteria en vacas que son enfermas, haciendo un análisis de las secreciones tratando de aislar los bacilos.
Epidemiología (Condiciones que favorecen el crecimiento de la bacteria)
Siempre se va a encontrar más bacterias en la costa que en la sierra o la selva. En la sierra porque no tiene el ambiente adecuado para que la bacteria se desarrolle (luz solar, baja humedad relativa, etc.) y en la selva porque sus suelos poseen un pH ácido, lo cual no es favorable para muchas bacterias. La costa, en cambio, se caracteriza por tener una humedad relativa bastante alta y la temperatura no varía tanto, no es extrema. La humedad favorece la supervivencia del bacilo y el desarrollo de la tuberculosis.
Si se traslada una vaca enferma de la costa a la sierra probablemente disemine los bacilos, pero ese proceso es demasiado lento y las condiciones climáticas no favorecerán la supervivencia de la bacteria.
En comunidades altoandinas la tuberculosis no es un problema. Hemos realizado algunos estudios, encontrando casi nula la prevalencia o la casuística es muy baja. En la costa, lugares como Lurín, Puente Piedra y zonas aledañas donde hay presencia de pequeñas ganaderías (10 vacas o menos) si tiene presencia de la bacteria. La leche producida en estas zonas no todo está destinado al autoconsumo, sino a la venta para el procesamiento de derivados lácteos.
Obviamente, la leche no va directamente cruda a quien la consume, antes se hierve o pasa por un proceso de pasteurización cuyo fundamento es alcanzar una temperatura que mata al bacilo.
Si la vaca contagia al humano la tuberculosis le produce la enfermedad, mientras que si el humano contagia a la vaca no va a producirle la enfermedad, solamente la hace sensible a la prueba de la tuberculina. Esto se debe a que el bacilo del hombre no logra vivir en perfectas condiciones en la vaca, pero el bacilo de la vaca sí vive bien en el hombre.
Patogenia
La tuberculosis bovina forma parte del grupo de enfermedades zoonóticas, atacando especialmente a vacas, cabras y ovejas. Más resistentes son los caballos y el cerdo que podría tener la bacteria, pero tendría que estar en convivencia cercana con animales infectados.
El contagio en bovinos ocasiona pérdidas de carácter económico para el ganadero, además de difundir la enfermedad, ya sea por ingestión o manipulación de material contaminado. De este modo la población humana se ve comprometida por el riesgo que ello conlleva y es fuente de infección para muchas otras especies vivientes.
Las fuentes de infección pueden ser la propia leche, secreciones salivales, secreciones nasales y el aire respirado, así como las secreciones vaginales, las heces u orina. El ingreso de la bacteria se da principalmente por vía respiratoria, pero también por vía oral y cutánea (menos común).
En un establo, un animal elimina el bacilo y como están permanentemente juntos, eso va minando toda la resistencia y esencialmente termina infectándolos y en otros casos hasta enfermándolos, dependiendo de cuán bien o mal alimentado está el animal.
Normalmente, la bacteria tiene que ser transportada desde la nariz a los pulmones por alguien y ese es un macrófago tisular que lo va a llevar hasta el pulmón. Y una vez en el pulmón es un parasito intracelular y ahí empieza a dividirse y generar lesiones. Obliga inclusive al organismo a generar la propia lesión. Forma nódulos y cavernas que interfieren con la respiración. Por eso un animal con tuberculosis va a presentar problemas respiratorios, enflaquecimiento -signo clínico que es propio de seres que no captan mucho aire.
Consecuentemente su producción también va a ser baja, porque todo lo que afecta la respiración, la captación de aire y oxígeno, se traduce siempre en una disminución de peso y baja producción.
En el caso humano cuando es vacunado ingresa la bacteria viva al organismo. En esa situación somos portadores de la infección. En el caso de la vaca este tipo de vacunas le produce la sensibilización y serían positivas a la prueba de la tuberculina.
En el caso de terneros, por ejemplo, una vaca que está enferma de tuberculosis a través de la leche infecta el ternero. Por eso cuando se encuentra ternero reactor, se sacrifica el animal y se observa presencia de lesiones en hígado, porque éste es el filtro de todas las sustancias que absorben en el intestino.
Las probabilidades de transmisión de la enfermedad a las crías durante la gestación son muy bajas, porque la barrera placentaria no permite a la bacteria pasar.


No hay comentarios:

Publicar un comentario