Tratamiento
En el humano
existen esquemas de tratamientos con antibióticos o quimioterápicos que duran
meses. Sin embargo, hay consideraciones fundamentales por las que no se debe
tratar a las vacas con estos medios.
- La primera es que
no se ha demostrado que el tratamiento sea efi caz al 100%. De manera que si
tengo una vaca infectada o enferma, la tendría que tratar por un periodo de
seis meses, pero igual me va a seguir reaccionando a la prueba de la
tuberculina, así que el tratamiento no tiene ninguna razón de ser.
- La segunda es que
los antibióticos a emplear por seis meses para una vaca, son los mismos que
servirían para la población humana. Por lo tanto, hay una consideración de tipo
ético que te prohíbe como veterinario quitar al hombre la medicina para salvar
a la vaca.
- La tercera
consideración, de tipo ético también, es que esa vaca está sometida a
tratamiento por seis meses. Durante ese tiempo la leche debe ser echada al
desagüe o en su defecto ser destinada a consumo subrepticiamente y eso sería un
crimen de lesa humanidad, porque esa leche está yendo con niveles muy altos de
antibióticos. Se sabe que solamente los residuos de antibióticos generan mucho
daño a la gente. Por eso, hoy en día se proscribe la leche que tiene restos
antibióticos.
- La cuarta
consideración es de tipo económico. El tratamiento de seis meses me va a
costar, la leche se va a desechar; por lo que usar el tratamiento no resulta
rentable.
Alimentación balanceada, la mejor prevención contra la enfermedad
Una de las razones
porque no se presentan animales enfermos es que se ha avanzado mucho en la
alimentación, pero no para evitar que la vaca se infecte de tuberculosis, sino
para producir más leche y, de algún modo, eso ha servido para evitar que los
animales se infecten o enfermen con la bacteria.
Normalmente, el
ganadero se preocupa por alimentar bien a las vacas porque quiere obtener 40 o
50 litros de leche. Mientras que en las pequeñas ganaderías no sucede eso,
ellos se contentan con lo que la vaca produce, sea utilizando una alimentación
balanceada o no.
En términos
cuantitativos, una vaca lechera en buena producción debe consumir unos 45 kilos
de chala fresca y aproximadamente de 14 a 15 kilos de alimento balanceado. En
el caso del agua, es un elemento de bajo costo, por lo tanto los animales deben
tener agua a discreción, consumen alrededor de 40 a 80 litros por día.
Ganado cárnico, el más resistente
En el caso de los
animales destinados para carne, estos pasan por el camal donde es posible ver
lesiones y de haber se elimina; se afeita la zona y luego va a cremación. Entre
los dos elementos el de leche y carne el que mejores probabilidades tiene de
ser inocuo ante la tuberculosis es la carne, porque pasa por una inspección.
Además, otro que
favorece al ganado cárnico es que está suelto. Si bien es cierto que estos
animales vienen a los centros de engorde y ahí se los tiene confinados, este
confinamiento no pasa de los tres meses por un tema de costos. En ese periodo
es difícil que pueda desarrollarse o diseminarse la enfermedad.
Por otro lado, el ganado lechero pasa casi toda su vida rotando entre
corrales de un mismo establecimiento, por lo tanto hay gran concentración de la
bacteria en animales de ese espacio, lo que favorece que la tuberculosis o
cualquier enfermedad infecciosa se disemine con mayor rapidez.
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